En el siglo 14, la Carta Puebla concedió el derecho para celebrar un mercado semanal en Bilbao.
Este mercado se haría en el lugar donde hoy está el majestuoso y moderno mercado de la Ribera.

El lugar del mercado no ha cambiado, pero los espacios de la ciudad se han transformado mucho.
En el siglo 14, en este espacio estaba la primera plaza de la Villa.
Alrededor de la plaza había varios edificios emblemáticos, como la antigua Casa Consistorial, el antiguo puente y la iglesia de San Antón.
El puente y la iglesia forman el escudo de la Villa.

Los puestos estaban cubiertos por una tejavana.
Esta tejavana desparece a finales del siglo 18 al construirse un edificio más estable.

En Europa aparecen en esta época nuevas técnicas y materiales y se extienden los mercados cubiertos.
Esto hace que se construya una estructura hecha de hierro y cristal, con tres naves.
Todo esto cumplía con las nuevas necesidades de la sociedad industrial del siglo 19.

Había más mercados en la Villa.
Se construyó un mercado parecido en la margen izquierda, ya que la ciudad creció mucho en esta zona.

En esta época Bilbao se estaba transformando y creciendo mucho.
Por esto, se tiraron el puente de San Antón y la antigua Casa Consistorial.

En esta época se hicieron las primeras propuestas para cambiarlo.
En 1927 el arquitecto Pedro Ispizua presentó su primer diseño.
Este diseño cambiará mientras se construye el edificio.

Algunos de estos cambios fueron muy importantes, como añadir otra planta en el edificio.
El primer presupuesto era de más de 1 millón y medio de pesetas.
Al final fue mucho más por los cambios del arquitecto.

El arquitecto propuso un edificio con una planta casi rectangular con 134 metros de longitud.
Estaba organizada en dos plantas:

La planta baja estaba destinada a carnes y a pescados y se podía limpiar toda la planta.
La planta de arriba estaba destinada al resto de mercancía.
Tenía un trabajo de arquitectura más importante, ya que la luz entra a través de un punto cenital y lateral.
Esto era gracias a que había una parte central más elevada que el resto de los espacios que tienen los puestos de venta.

La entrada principal tenía una escalinata principal que acababa en una cúpula octogonal.
Esta cúpula se enmarcaba con 8 torreones decorados con ábsides y también tenían escaleras de entrada.

La inauguración se hizo el 22 de agosto de 1929, en plena Semana Grande y asistió Miguel Primo de Rivera.

El mercado dejó de dar servicio a los mayoristas.
Y entonces se convierte en un verdadero mercado al servicio de la gente.

El Casco Histórico se declara conjunto Histórico Artístico de carácter nacional con el Decreto 3290/1972, de 9 de noviembre (BOE 28/10/1972).

Hubo inundaciones en esta época y el mercado queda dañado de manera grave.
El arquitecto municipal Martín Peña Paramo remodela el ábside que está cerca de la pasarela de la Ribera.

En los años siguientes, se vació la 2ª planta por una grave crisis en el modelo de mercado tradicional.
Solo se usaba para algunos actos.

En el año 1990, el Mercado de la Ribera se incluye en el libro Guinness como el mercado de abastos más grande de Europa.
Tenía 10.000 metros cuadrados y tenía más puestos y más comerciantes que el resto de mercados de Europa.

En 1995 el Gobierno Vasco aprobó el Decreto 543/1995, de 29 de diciembre (BOPV 16/01/1996).
Así el Mercado de la Ribera se unió a la declaración de Bien Cultural del Casco Histórico, como Conjunto Monumental.

La empresa Euroestudios hizo un estudio para saber si la estructura era segura.
Analizó la posibilidad de remodelar el mercado.
Este estudio determinó que la estructura no sufría ninguna patología.

Durante el 2003, el Ayuntamiento y los comerciantes empezaron un proceso para remodelar y modernizar el mercado.
Se hizo un proyecto de rehabilitación.

En mayo de 2008, el Ayuntamiento toma la gestión directa del mercado.
La ingeniería Labein hace otro estudio del edificio.
Este estudio determinó que la estructura de hormigón no era segura.

En julio de 2009, empezaron las obras en la zona de San Anton.
En una primera fase, se tira el mercado y luego se reconstruye.
El arquitecto fue Emilio Puertas.
Solo dejó los 8 torreones y el ábside de la Merced.
Pero al final, también el ábside se tiró para ampliar el espacio entre la Merced y el mercado.

En 2010, el Ayuntamiento pidió que se tramitará el expediente para eliminar la protección al ábside de San Antón, sin afectar al resto del edificio.
Se hizo oficial en la resolución de 14 de octubre de 2010 (BOPV 9/11/2010).

Durante el 2013, el Mercado de la Ribera volvió a abrir sus puertas.
El nuevo mercado une vanguardia con tradición.
Los nuevos materiales, las antiguas formas y los colores de Ispizua resaltan el carácter de la Villa de Bilbao que mira el futuro sin olvidar el pasado.